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mina

miércoles, 14 de diciembre de 2016

To og to

Si hace unos días me quejaba de tardar en publicar, hoy me siento blogger y aquí os traigo la siguiente entrega de mis idas y venidas (de olla). Vida en pareja. Yeah.

No me retracto de lo escrito: la vida en pareja es un coñazo. 
Mi hermano dice que lo que me pasa es que en este momento estoy desencantada (llevo 2 años viviendo con mi novio, casi 3 de relación) y puede que tenga razón, pero sólo en parte, porque hace poco tuvimos una bronca-tevasalinfierno-notequieroniver de las bonitas bonitas, de esas de "te dejo". La bronca aún está en el aire, pero como soy de esas personas con estrella, pues la vida ha puesto kilómetros de por medio para darme un respiro. Gracias, Vida.

Y en este respiro, las cositas que siento y que empujo para abajo para que no molesten salen a la luz, porque no tengo que convivir con nadie. Si, es un coñazo. La rutina es un puto coñazo.

Bueno, creo que habéis entendido ya que me refiero a la convivencia, no a tener pareja. Tener pareja es maravilloso, cuando funciona (jajaja, si que voy a estar desencantada, si) pero convivir... son palabras mayores.
Me niego a creer que soy la única. Sé que no lo soy. Somos legión!

A mi es que la gente me molesta, en general. Un rato, bien, pero más ya cansa. No soy tímida, pero no soy especialmente sociable. Soy una tía simpática, soy muy expresiva, y suelo estar de buen humor a pesar de mi retranca. Tengo algunas veces momentos de introversión, pero nada que no se lleve bien con un gato. Con un poco de vino soy más sociable, pero aún así huyo de aglomeraciones, reuniones sociales, y demás lerias. Ni siquiera invito a mis amigos a mi casa. Y si lo hago, es porque te quiero. 

También me he dado cuenta de que quiero un gato, pero mi novio es alérgico. Así que tendrá que ser perro again.

Pero a lo que iba, qué tiene de genial vivir en pareja? Aquí os dejo una lista de cosas que me vienen a la cabeza. Lo siento, pero sólo se me ocurren ventajas de la independencia. También en una lista:

1. puedes hacer lo que te de la gana en todo momento, sin tener que consultar si sí o si no
2. puedes leer en la cama sin molestar a nadie
3. puedes leer sin que te interrumpan
4. puedes organizar tu tiempo durante la semana, que es bien escaso

Se me ocurren más cosas, pero en el momento de escribirlas me siento muy mal y muy egoísta porque se supone que tengo que ser una esposa entregada y cristianamente sumisajajajajajajajjajajajjajajajajjajaja!

Sigo:
5. puedes comer lo que te apetece.
6. puedes ir y venir sin dar explicaciones; y no me vengáis con que eso también lo puedes hacer si tienes un novio normal: los cojones.
7. puedes aplicar el punto 1. a todo lo que surja.

Y yo soy una con suerte, que tengo un novio que me apoya en mis decisiones, me quiere como soy, me apoya profesionalmente y me adora delante de sus amigos y conocidos aunque lo pille tirándole los trastos a otras, si no más.

Hala, ya lo he dicho. Si, todo se suponía maravilloso, pero resulta que todo lo que era maravilloso se convirtió en mentira. En cartón piedra de escenario de colegio. En topicazos de vida marital.

A ver cómo demonios arreglo yo ahora este caos, con un corazón que no confía en un hombre que ha destruido la idea de lealtad, compromiso, deseo, amor. Quisiera ser perro ahora.

Ahora vais y me contáis que los hombres son asín.

A mamarla.




martes, 6 de diciembre de 2016

No debería dejar pasar tanto tiempo entre entradas. Son, digámoslo así, terapéuticas, pero reconozco que soy de esas personas que acumula y acumula hasta que revienta. Yes, la vida me ha hecho asín.
De modo que la terapia llega todo a una, cuando ya me la suda todo y solo me apetece contestar mal.
Aún así molo mucho.

Cuando vives fuera has de enfrentarte a infinidad de situaciones que no esperabas. En casa te puede pasar igual, y de hecho pasa, pero al estar fuera es más fácil sentirte desbordado, porque no estas en tu hábitat, o al menos te sientes más vulnerable porque sientes que no dispones de los recursos con la misma facilidad que en casa. Pero es mentira. Si que se puede.

Bueno, pues dicho esto voy a saltar a otra cosa, mariposa, porque mi ansiedad no me permite mantener el foco por más de 10 minutos seguidos... Ooooh, mi amiga la ansiedad, tan dispuesta ella a arrimar el hombro siempre, leal compañera. 

Hablemos de la ansiedad. Esa alegre compañía que te mantiene en estado de alerta, hiperalerta, mas bien, cuando no es necesario en absoluto. Que estás cansada y necesitas dormir? nonono, no puedes, no vaya a ser que pase algo como, por ejemplo, el tiempo. O por el contrario, necesitas descansar pero tu cerebro se limita a desconectarse de tu cuerpo por unas horas pero sólo para poder vigilarlo mientras duerme, no vaya a ser que en un desliz olvidemos controlar el reloj cada minuto. 
Es curioso, a veces en la noche caigo rendida pero no descanso, solo me desenchufo... es como irse a dormir sin poner el teléfono a cargar, menuda metáfora más chunga...

Ahora estoy trabajando fuera, fuera de fuera, doblemente fuera, soy una emigrante que trabaja fuera, manda carallo... He dejado mi trabajo fijo para empezar mi propio negocio, y me doy cuenta de que he sido tratada como una inmigrante y no como una extranjera. Burn out. Completamente quemada. Me doy cuenta ahora, que no sigo en el mismo sitio de mierda, de lo mucho que he currado, tanto que ahora que tengo más tiempo para mi y que hago lo que realmente quiero hacer, tengo problemas de ansiedad. Problemas de ansiedad por bajar el ritmo! Mecagoenmiputamadre! Y en la de mi ex-jefa también, de paso. Mi querido Giorgio, cuanta razón llevas cuando dices que el mundo es de los maleducados.

Si, amiguitos, es dura la vida del currante. Ahora que tengo tiempo para mi, no tengo energía para nada. Y los nervios tardan en restaurarse de lo lindo, así que qué nos deparará el futuro? probablemente mucho vino y bañeras de agua caliente, que alivian mas que muchas otras drogas. No me gusta depender de ansiolíticos, y aprendí hace años que una copa de vino hace milagros.

Próxima estación: vida de pareja. 

Igual empiezo ahora. Venga va, que lo estáis deseando. 
Vivir en pareja es... Es un coñazo. Por supuesto tiene muchas cosas buenas, pero yo soy un poco rara y me echo de menos. Echo de menos el silencio. 
No es verdad, no es un coñazo, bueno, un poco si, pero lo del silencio si que es verdad. Yo siempre me imaginé, desde pequeña, cuando empecé a pensar en relaciones sentimentales, antes siquiera de tener la primera relación, me imaginaba viviendo sola, en un pequeño apartamento, con un perrito o un gato, y pasando el fin de semana con mi pareja, en tu casa o en la mía? No suena genial? a mi me parece el plan perfecto, pero porque debo ser una marciana. 
Necesito mi tiempo, mi espacio, mi silencio, mis canturreos, mi música, madre mía, hace siglos que no escucho música, imperdonable... puta ansiedad... 

Hala, por hoy yastá.

Ha det bra






lunes, 13 de octubre de 2014

Saturación

He llegado a mi límite. 
Cuando una está tan cansada que ni dormir puede, que no le apetece salir a pasear con su perra, que no le apetece salir a dar un paseo o a cenar, es que algo falla. Falla la intensidad, la mía y la de mi entorno.
Reconozco que soy una tarada perfeccionista, y que me agobio fácilmente porque buscando la perfección le doy demasiadas vueltas a las cosas antes de intentar materializarlas, con lo cual suelo ir al límite de plazos. La verdad es que más que perfeccionista, soy demasiado creativa, y antes de terminar de escribir una linea ya tengo mil lineas escritas en la cabeza.
Reconozco que me cuesta delegar. Pero aún así lo hago y, a día de hoy, pocos trabajadores me han hecho sentir tranquila. Lo siento.
Me gusta enseñar. A niños y adultos, pero me revuelve el estómago intentar enseñar a gente que no tiene interés.
Me apasiona lo que hago y me enfurece que la gente de mi entorno no sienta la misma pasión ni amor por lo que hacen. No soporto la pasividad. Me enferma. Y así es como me siento ahora: enferma, porque mi entorno me está haciendo pasiva. 

Pero repito: he llegado a mi límite. 

viernes, 21 de marzo de 2014

Gentes guarras. Habelas hainas!

Hace siglos que no escribo. Y ya me va haciendo falta despotricar...
Me cago en la gente maleducada y guarra. Puro ejemplo de buena educación, lo sé, pero algo harían... Algo? Algo?! Nada!!!
Soy consciente de que la convivencia es uno de los aspectos de la vida social más complicados, y reconozco que no he tenido mucho éxito en ocasiones anteriores en que he tenido que compartir piso. La primera razón es que soy una persona a la que no le gusta discutir. Como soy bastante tolerante, procuro evitar enfrentamientos, lo cual suele derivar en una explosión del más hiriente sarcasmo cuando llego al punto de 'hinchárseme los cojones', así tal y como suena. Dicho sea de paso, esta actitud mía de evitar enfrentamientos suele ser entendida por subnormales y maleducados a los que me refiero en este artículo, como una muestra de debilidad o una libertad inherente para hacer lo que les salga de los huevos. ¿Os he dicho anteriormente que voy a hablar sobre gente maleducada? Me cago en su puta madre. 
Acerca de mis otras experiencias de convivencia, fueron en pareja, y los detonantes de la explosión fueron sentimentales, no puramente que fuesen unos cerdos. Gracias hombres por vuestra honestidad. 

Así que allá vamos, amiguitos, con un listado de lo que he tenido que vivir durante los últimos 8 meses, y los 3 que aún me quedan por soportar.

Ejemplos de pésima educación en la convivencia: 

- no respetar los turnos establecidos de limpieza/tareas domésticas. Cabe destacar en este punto que la limpieza se organiza de la siguiente manera: tú limpias el baño y yo cocino-friego-y limpio el resto de la puta casa. Desde Agosto el baño se ha limpiado 2 veces. Dad rienda suelta a vuestra imaginación. Ahora multiplicadlo por 6 y voilá! Cuando cesen las arcadas continuad con la lectura.
- cocinar para uno mismo y encerrarse en la habitación a comer (hilarante)
- encerrarse en la habitación y salir cómo los perros al olor de la comida hecha preguntando: Podemos comer ya? tengo hambre.
- vivir encima (literalmente) del supermercado más cercano (imposible más cercano) y no bajar a la compra NUNCA, sólo si yo voy también.
- acabar con las existencias y ni siquiera notificarlo.
- acabar el papel higiénico y coger un rollo nuevo, pero en vez de cambiarlo, volver a ponerlo dentro del armario dejando el cartón vacío en el portarollos.
- bajar a la lavandería corriendo (tenemos lavandería comunal en el sótano) media hora antes de la hora que yo reservé 2 días antes. Hay un tablero donde reservar día/hora.
- y mil cosas más que con el paso del tiempo se han convertido en rutina y ya ni me molestan.

Ejemplos de clara insalubridad en el hogar:

- no cambiar las sábanas desde Agosto (estamos en Marzo amiguitos) Mis sábanas, las que yo te he prestado porque tú no tenías... qué puto asco! se van directas a la hoguera en San Juan! Y tan directas, que estoy segura que obedecerán mis órdenes e irán ellas al trote; aunque igual se rebelan en pro de su nueva ama y me atacan durante la noche...
- ducharse una vez a la semana y dejar el plato de la ducha lleno de pelos y miasmas, puaj.
- fregar sólo la parte usada de los platos, con los consiguientes churretes en zonas aledañas por haber estado apilados en el fregadero sobre otros enseres también sucios.
- rascarse las costras y comérselas. Voy a vomitar y ahora sigo.
- dejar que las bolsas de basura orgánica desborden por no cerrarlas y bajarlas al contenedor.
- y un largo etcétera...

Vivo en Noruega. Tengo 35 años. Comparto piso con una española de 48 años. ¿Creíais que era una adolescente?
Me cago en dios.

Hala, otro post alegre y divertido.

Pero hoy hace sol, mi perra y yo hemos dado un paseo de más de una hora, conversado con una desconocida autóctona (los noruegos y noruegas suelen ser muy agradables y sonrientes además de socarrones, aunque os hayan contado lo contrario) así que hoy es un buen día.

Larga vida a Def con Dos.



domingo, 3 de julio de 2011

Parásitos

Parásitos laborales que digievolucionan en parásitos sociales y se creen simbiontes. Otro grupito pal facebook.

Prueba superada

Hace 15 días estaba en Estonia diciendo a mis gimnastas antes de salir a competir:

"Cuando yo era gimnasta no quería formar parte del equipo nacional, la Selección Española era algo que no me llamaba la atención, yo quería salir al tapiz en competiciones internacionales con el nombre de mi club. Y gracias a vosotras lo he conseguido. He cumplido mi sueño, he tenido que esperar unos cuantos años, y lo he hecho como entrenadora y no como gimnasta pero lo he conseguido. Así que nunca renunciéis a luchar por vuestros sueños, pelead por ellos, defendedlos y perseguidlos, porque están al alcance de vuestra mano."

Y ahora ya puedo dedicarme a lo que yo quiera, porque he cumplido mi sueño. Las metas están para alcanzarlas, no importa cuanto tardes en llegar allí, son una forma de dar sentido a la vida.
No dejes que nadie menosprecie tus sueños porque sólo tú sabes su valor real: eres la persona más rica del mundo sólo por tenerlos.

Y yo la más afortunada por haberlos cumplido.

miércoles, 20 de abril de 2011

Escéptica hasta cierto punto...

No creo en los sueños premonitorios, ni en espíritus, ni fantasmas, ni en los signos del zodíaco ni en Dios, pero eso no quita que me divierta leyendo el horóscopo, viendo pelis de miedo que me quiten el sueño, retando al Altísimo cuando viajo en avión o intentando interpretar signos que aparezcan en mis sueños. Tengo hasta un diccionario de sueños, tan ambiguo como cualquier horóscopo que podáis leer en la prensa diaria.

Peeeeeeeeeero... hace unos 10 años tuve un sueño que me dejó una sensación que no sé muy bien como definir: aparecía una zona conocida, un edificio conocido, yo buscaba algo perdido y encontraba cosas relacionadas con mi suerte. Tan absurdo como que te persigan los malos y tú corras sin lograr avanzar. Sin embargo la sensación que me proporcionó fue de tranquilidad, y cada vez que paso por ese lugar, por delante de ese edificio, durante 10 años, siempre recuerdo mi sueño, y vuelvo a sentir lo mismo: algo bueno me espera alli. Absurdo, verdad? Durante todos estos años siempre ha habido algo que no me ha dejado olvidar la sensación y las imagenes de aquella noche.

Pero lo más absurdo es que ahora mi vida se acerca a ese lugar. Siempre ha sido un lugar de paso, pero en los últimos meses he tenido que estar allí, en esa zona, cerca de ese edificio, por motivos relacionados con mi vida laboral. Y por supuesto, he recordado mi sueño. Y sus sensaciones.

Será que soy gallega... e é que eu non creo nas meigas, pero habelas hainas.